Por Katrina Sanguinetti Tachibana

Buscando unos apuntes, abro una carpeta donde guardo (o mejor atesoro) cartas en japonés que mi abuelito Noboru recibía de su familia desde Japón. También he conservado documentos y fotos. Uno de estos documentos  se titula: “Apuntes para la Historia de Noboru Tachibana –Maestro de Jiu-Jitsu”. Es una página firmada por E.A. Espoerer, Contralmirante (R), donde se puede rescatar parte de la historia de este japonés en Chile y su aporte a la interculturalidad que se expresa en nuestro Chile.La he querido trascribir textual pues creo que reducirla a un resumen la hace perder el exquisito hilado de un relato realizado hace 61 años.

“Era e suscrito Director de la Escuela Naval, entre los años 1924 y 1927 y el profesor de Jiu-Jitsu que entonces tenía la Escuela Naval ,Kawada, japonés traído en la Baquedano por el Comandante Fontaine, falleció después de muchos años de enseñar a los Cadetes su artística lucha.

Con tal motivo puse un aviso en el Diario solicitando un reemplazante y pocos días después se presentó un mocetón chileno, fornido de unos 28 años de edad, Creo que de apellido Barros.- Como el suscrito nada conocía de este arte de luchar, dispuse que el postulante se midiera luchando con el cadete más ágil en jiu-jitsu de entonces y si mal no recuerdo lo era el cadete Abdón Barrientos.-A los pocos minutos, el señor Barros, después de haber girado varias veces por los aires con la destreza de Barrientos, me confesó que no era capaz de luchar con el cadete, motivo por el cual hubo de retirarse.

Días después me anunciaron la presencia de un diminuto japonés, quien atraído por el aviso del Diario, se interesaba por el cargo de profesor de Jiu-jitsu.- Llevado a mi presencia manifestó haberme conocido siendo él profesor en el Regimiento Carampangue en Iquique y el suscrito Gobernador Marítimo de Tarapacá.- Su aspecto era bien enclenque, bajo de estatura, delgado y siempre risueño como todos los japoneses ; pensé que mi cadete Barrientos daría cuenta con mucha facilidad del nuevo postulante.-

Una vez en el colchón y sometido a la misma prueba que el señor Barros, esta vez se cambiaron los papeles y ahora era el cadete y volaba por los aires y caía reciamente al colchón, gracias a la  agilidad y destreza imposible de imaginarse en una persona de la apariencia de Tachibana y fue así como después de breves momentos de lucha ,el cadete exclamó: si sigo así en la lucha este japonés me va a matar.-

Con esta elocuente prueba designé a Noboru Tachibana profesor de Jiu-Jitsu de la Escuela Naval y allí lo dejé hasta el día 4 de Agosto de 1927, fecha en que dejé el cargo de Director y me retiré del servicio activo

En el correr de los años , muchas veces me he encontrado con Tachibana y no me ha olvidado pues siempre me saluda afectuosamente y mientras que el suscrito ha envejecido y encanecido, Tachibana se conserva igual que ese día , hace 26 años, en que apareció en los umbrales de la Escuela Naval.”

Viña del mar, 20 de 1953.

Mi abuelo jubiló en la Escuela Naval y fue instructor de Jiu-Jitsu de varias instituciones muy prestigiosas en Chile, además de ser un masajista terapéutico muy demandado. Este pequeño vistazo de su historia se torna más interesante si la pongo en contexto, esa será mi nueva tarea por la memoria del abuelito bondadoso venido de lejanas tierras.

-Katrina Sanguinetti Tachibana, Valparaíso 3 de abril de 2014

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