[vc_single_image image=”2336″ alignment=”center” border_color=”grey” img_link_target=”_self” img_size=”full”]

El 7 de Julio se celebró el dia de Tanabata en Japón. Una fiesta que celebra la leyenda de amor de Orihime  y HikoboshiLa Vía láctea, un río hecho de estrellas que cruza el cielo, separa a estos amantes, y sólo se les permite verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario lunisolar. Ya que las estrellas sólo aparecen de noche, la celebración suele ser nocturna.
La leyenda dice asi.

Orihime (織姫, la Princesa Tejedora) era la hija de Tentei (天帝, el Rey Celestial). Orihime tejía telas espléndidas a orillas del río Amanogawa (天の川, la Vía Láctea). A su padre le encantaban sus telas, y ella trabajaba duramente día tras día para tenerlas listas, pero a causa de su trabajo la princesa no podía conocer a alguien de quien enamorarse, lo cual entristecía enormemente a la princesa.
Preocupado por su hija, su padre concertó un encuentro entre ella y Hikoboshi (彦星, también conocido como Kengyuu, 牽牛), un pastor que vivía al otro lado del río Amanogawa. Cuando los dos se conocieron se enamoraron al instante y, poco después, se casaron.
Sin embargo, una vez casados Orihime, comenzó a descuidar sus tareas y dejó de tejer para su padre, al tiempo que Hikoboshi prestaba cada vez menos atención a su ganado, el cual terminó desperdigandose por el Cielo. Furioso, el Rey Celestial separó a los amantes, uno a cada lado del Amanogawa, prohibiendo que se vieran.
Orihime, desesperada por la pérdida de su marido, pidió a su padre el poder verse una vez más. Su padre, conmovido por sus lágrimas, accedió a que los amantes se vieran el séptimo día del séptimo mes, a condición de que Orihime hubiera terminado su trabajo.
Sin embargo, la primera vez que intentaron verse se dieron cuenta de que no podían cruzar el río, dado que no había puente alguno. Orihime lloró tanto que una bandada de urracas vino en su ayuda y le prometieron que harían un puente con sus alas para que pudieran cruzar el río. Ambos amantes se reunieron finalmente y las urracas prometieron venir todos los años siempre y cuando no lloviera. Cuando se da esa circunstancia, los amantes tienen que esperar para reunirse hasta el año siguiente.

Es una historia bonita pero triste, y a la vez enseña nos recuerda que el tiempo que tenemos con nuestros seres queridos es muy corto y preciado, así que debemos disfrutarlo y cuidarlo al máximo. Si hoy vez a tu querido o querida, aprovecha de darle un abrazo y decirle cuanto la quieres.

[vc_single_image image=”2337″ border_color=”grey” img_link_target=”_self” img_size=”full”]

Es un día que se hacen varias actividades de verano.

Una de ellas es escribir un deseo en un papel llamado Tanzaku y colgarlo en una rama de bambú para luego quemarla para que el mensaje llegue al cielo y el deseo sea concedido.

Encuentro actividad muy interesante porque podemos espiar un poco los deseos honestos de los japoneses de hoy en día.

Aqui les dejo algunos Tanzaku de este año.

Pido que cuando despierte mañana, mi reporte este hecho

[vc_wp_text] [/vc_wp_text]

Que se cumpla el deseo de todos

 

[vc_wp_text] [/vc_wp_text]

Que todo el mundo sea feliz

[vc_wp_text] [/vc_wp_text]

Quiero tener un yate

 

[vc_wp_text] [/vc_wp_text]

Quiero ser una mujer que le queda bien el pelo amarrado

[vc_single_image image=”2339″ border_color=”grey” img_link_target=”_self”]

¡Que mi jefe me suba el sueldo por favor!

[vc_wp_text] [/vc_wp_text]

Que mi abuelo se vuelva en un sapito

 

[vc_wp_text] [/vc_wp_text]

Que la gente del norte de Japón le pueda volver la sonrisa en sus caras

[vc_wp_text] [/vc_wp_text]